En el camino de herradura que va hacia el Bosque Dorado, en el anexo de Paccha, en el distrito de El Tambo, existe un paraje conocido como Pacchañahuin de donde brota un manantial de agua y permite la presencia de dos piscigranjas dirijidas por emprendedores que se dedican a la crianza de truchas, quienes buscan la reactivación de sus actividades.
La primera piscigranja se llama Pacchañahui donde encontramos a Narciso Bastidas Lazo y su esposa Esperanza Calderón. La pandemia de la covid-19 provocó menos visitantes a su emprendimiento y con él la caída de su fuente ingreso.
Ambos alimentan y cuidan de las truchas, peces que una vez conseguido el peso ideal ofrecían a precios asequibles a los turistas que se dirigían al Bosque Dorado o en el mercado, pero la pandemia del coronavirus ha detenido el movimiento económico.
“Los turistas nos visitaban, pero desde el inicio de la pandemia ya no lo hacen y no podemos vender las truchas, nos han generado pérdidas”, expresó Esperanza Calderón, mientras explica vendía trucha a la parrilla, en chicharrón, al barro, en ceviche y otros platos típicos con carne de cuy.
Aquellos que hacían uso de la trocha también podían encontrar una variedad de refrescos naturales, como la chicha de 7 semillas, la chicha de jora, la morada y la de cebada, con la que los visitantes podían refrescarse y seguir su camino hacia el Bosque Dorado.
Los interesados en adquirir truchas de calidad, pueden llamar al celular 945610915 o hacer sus reservaciones para que disfruten de una variedad de platos con trucha y contribuir a la reactivación económica de El Tambo.
En esta ruta hacia el Bosque Dorado, también encontramos la piscigranja de Mael Colonio Ríos de 29 años, natural de Paccha, quien a raíz de esta pandemia se ha aliado Miguel Parraga y continuar su emprendimiento juntos.
“A raíz de esta pandemia que estamos viviendo hace más de un año, hemos visto por conveniente iniciar esta piscigranja, pero es complicado por la sequía que hemos vivido y por el confinamiento”, dice Mael.
Pero esta situación no ha sido un obstáculo para que siga avanzando en superar el obstáculo, por lo que ambos han implementado el servicio de delivery, para lo cual pueden llamar al 930 992 167.
Ambas piscigranjas cumplen los protocolos de bioseguridad para una atención segura de sus clientes y respetan el aforo para evitar contagios de la covid-19.
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