El presidente de Perú, Pedro Castillo, se ha enfrentado a un mayor interés por parte de la Fiscalía, lo que ha dado lugar a una investigación penal.
La Fiscalía de Perú anunció el domingo que incluía al presidente Pedro Castillo en la investigación por presuntos delitos, entre ellos tráfico de influencias, colusión y «organización criminal».
El Ministerio de Estado de Perú tuiteó que Pablo Sánchez, el fiscal jefe del país, dirigiría la investigación sobre Pedro Castillo, dada la «gravedad de las acusaciones» formuladas en la investigación contra el ex ministro de Transportes y Comunicaciones Juan Silva y seis legisladores del partido de la oposición.
La fiscalía comenzó a trabajar en el caso hace más de tres semanas para averiguar si existía una supuesta «red delictiva» de contratos públicos en el ministerio. Según declaraciones de un empleado y una empresaria vinculados al gobierno, el presidente Castillo debía conocer dicha red.
La investigación preliminar sobre Castillo se produce en un momento en el que el presidente de izquierdas se enfrenta a otras investigaciones por presunta corrupción, así como a un amplio y bajo índice de aprobación tras sólo nueve meses en el poder.
«Se garantizará al presidente el pleno ejercicio de su derecho a la protección y el cumplimiento del artículo 117 de la Constitución Política», dijo la cartera de Estado en Twitter.
Castillo goza de «inmunidad jurídica» en Perú
En Perú, los presidentes gozan de inmunidad y no pueden ser procesados por un tribunal durante cinco años, pero pueden ser investigados.
Otras investigaciones sobre Castillo, que incluyen supuestas compras irregulares a la petrolera estatal y presiones para ascenderlo en el ejército, han sido suspendidas hasta que termine su mandato en 2026.
La oficina de prensa del palacio de gobierno no estaba disponible para hacer comentarios. Castillo, que era profesor en una escuela rural, negó las acusaciones anteriores contra él. Dijo que las invectivas contra él eran un intento rutinario de sus adversarios para apartarlo del poder.
Es obvio que estas investigaciones y el clamor que provocan las inspecciones de la Fiscalía tienen un impacto negativo en las calificaciones y la aprobación de un político en la comunidad. Este tipo de situaciones suelen ser aprovechadas por los rivales para intentar desalojar del poder al jefe de Estado en funciones.
En particular, a finales de marzo, el Presidente Castillo sobrevivió a una votación de destitución en el Congreso. Es posible que el jefe de Estado tenga que enfrentarse a la posibilidad de volver a dejar el cargo en un futuro próximo si la investigación revela incidentes desagradables o incluso delictivos relacionados con Castillo.
