El Congreso de Perú estudiará la posibilidad de iniciar una moción de censura contra el ministro del Interior, y los transportistas prometen más protestas en el país.
El presidente peruano Pedro Castillo se enfrenta a un nuevo obstáculo en lo que ha sido una crisis perenne desde que comenzó su mandato hace un año. La diferencia es que esta vez las críticas no vienen de la oposición sino de su propio partido Perú Libre.
El secretario general del partido, Vladimir Cerrón, ha pedido formalmente a Castillo que se retire de su militancia porque ha violado la «unidad del partido» al promover la inscripción de dos partidos paralelos en la organización. «La CEN, la bancada del Perú Libre y la Comisión Política del Perú Libre, habiendo evaluado el comportamiento de José Pedro Castillo Terrones, lo invitan a renunciar irrevocablemente, dada su actual designación como presidente constitucional de la república», escribió. Cerrón en su cuenta de Twitter.
Perú Libre también aseguró que Pedro Castillo faltó a lo que prometió durante su campaña política, así como «al programa e ideología de un partido que aplica un programa neoliberal perdedor». El partido afirma que seguirá luchando para conseguir «un país democrático, descentralizado, inclusivo, internacionalista, humanista y plenamente soberano».
A estos enfrentamientos internos en el partido presidencial se suma la ola de protestas que recorre América Latina por el aumento de los precios de los combustibles. Esta reivindicación, junto con el retorno del transporte por carretera como servicio público y la regulación de los peajes, ha espoleado a miles de manifestantes que han protestado en Lima y Callao, provocando la paralización de las principales autopistas del país.
La violencia de las protestas obligó al gobierno a declarar el estado de emergencia durante otros 45 días para mejorar la seguridad ciudadana, que se regirá por estrictos controles a la población.
«Perú atraviesa una crisis política, económica y social. Por eso el sindicato del transporte levanta su voz de protesta porque no podemos seguir tolerando esto. Estamos devastados por los problemas económicos del país», dijo Iván Valencia, líder del sindicato de transporte de mercancías. Los sindicatos de profesores y pensionistas también se han sumado a las protestas, pidiendo al ejecutivo que aumente los salarios y las pensiones.
En este sentido, los manifestantes exigen al Gobierno de Pedro Castillo una solución que se materialice para acordar la desconvocatoria de la huelga indefinida. Ante la falta de iniciativas gubernamentales, los transportistas esperan realizar un nuevo paro el lunes 4 de julio, hasta que Castillo responda a sus demandas.
Ante esta huelga de transportistas, el ministro del Interior, Dimitri Senmache, ha dicho que los sindicatos tienen derecho a protestar, pero no a «mantener el país en alerta, bloquear las carreteras y, desde luego, no amenazar con quemar coches». Algunas de las declaraciones del ministro ante el Congreso peruano valorando el jueves el inicio de una moción de censura contra él. El motivo de la iniciativa, que se aprobará a primera hora de la mañana, está relacionado con su «grave responsabilidad funcional» en la fuga del ex ministro de Transportes Juan Silva, que reclama justicia por los presuntos delitos de una organización criminal.
En la emisora peruana RPP, el ministro del Interior expresó su posición al conocer la noticia. «Discutirán y tomarán una decisión y yo, como ciudadano que respeta la democracia, respetaré lo que allí se decida», dijo Senmache.